DESPEDIDA
Adiós madre me voy… se que en tu llanto
Eternamente me estarás llamando
Pero el andar se me está haciendo lento,
Y la ruta segura aquí no encuentro;
Deja que tu hijo tome un nuevo rumbo
Y mi planta gravite en otro mundo.
Madre, madre tu llanto riega el suelo
Donde podrás aprisionar mi anhelo
Pero déjame, déjame y no gimas
Que mi alma ascenderá a verdes colinas
Deja que me remonte hasta la altura
Compartiremos juntos la aventura.
Vendré cada mañana desde lejos
A darte con el sol un tibio beso,
Tendrás en tus pupilas mi presencia
Y tú serás la luz en mi conciencia
Y como un silencioso caminante
Estaré de tu mano a cada instante.
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