EL GÜIPIL DE DOMINGA
A la fuente camina Dominga
A lavar el telar y lustrinas;
Como peces se ven los colores
En el agua que va cristalina;
Ten cuidado en la fuerte Dominga
Que la fuente se bebe a las niñas
Y las lanza en la tarde hacia el cielo
Transformadas en fuego y celajes.
Y Dominga lavaba lustrinas
Y lustrinas lavaba Dominga
Sin fijarse que el raudo aleteo
De la fuente, le mojaba el pelo
Y seguía lavando Dominga
Mil colores de luz y deseo;
Como peces nadaban los rojos,
Los añiles, los fucsia y negros.
Ten cuidado en la fuente Dominga,
¡Pronto lava tus cien mil lustrinas!
Y la fuente le enreda el cabello
Con el verde, el rojo, y el negro
Ya la niña no puede soltarlo
Y la fuente le bebe el resuello.
Suavemente reposa Dominga,
Cual valona de níveo destello.
Y la fuente le teje a la niña
Un güipil con las cien mil lustrinas,
Un güipil para día domingo
Porque así le llamaban, Dominga.
Van los padres a buscarla en vano;
Preguntando por toda la aleta
Y la encuentran dormida en el agua
Con un bello güipil de doncella.
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