¿QUE VAMOS A HACER SEÑOR PRESIDENTE?
¿Qué vamos a hacer señor Presidente?
Se cayó mi casa, se murió mi gente
Lo que yo tenía se quedo perdido
En aquella noche de grito y gemido,
Rugió como fiera cimbrando la tierra
Y nos cayó encima la mano de piedra,
Molió sin clemencia paredes y cosas
Y en lugar de hogares se formaron fosas.
Señor Presidente
¿Qué haré sin mi gente?
Como conejitos presos se quedaron,
Nos dormimos juntos y no despertaron;
Con gritos de susto salimos corriendo
Pero no digo tiempo… todo se fue hundiendo,
El viento rugía como fiera inquieta
Cien mil mazacuatas movían la tierra.
Yo como gateando salí del abismo
Y ahora me pregunto,
¿si seré yo mismo?
El mismo que estaba junto a la Chabela
Y que ayer llevaba a Nito a la escuela;
Yo no soy el que era
Ya no tengo siembras, ni tierra siquiera.
Me he quedado solo señor Presidente
Ya no tengo casa, se murió mi gente.
Dicen que de lejos vienen los aviones
Que traen ayuda desde otras naciones,
Naciones que sufren con nuestro dolor
Y con medicinas demuestran su amor,
En la radio dicen que habrá provisiones
Que vienen cargados cientos de camiones,
¡Ay dios! ¿Quién creyera tanto ofrecimiento?
Si aquí, en este pueblo, todo está sediento.
Abrí bien los ojos señor Presidente
Que todos ayuden, busca buena gente,
Porque aunque mal suene en este momento
No olvides el refrán del río revuelto…
Que al que una chamarra que no necesite
Se agarre o se robe
La piel se le ampolle,
Que al quien medicinas quiera negociar
Se le rompan todas antes de ganar,
Que al que acaparando esté el alimento
No tenga reposo en ningún momento,
Que al que con las carpas que son para el pueblo
Piense ir acampar
No le queden ganas de volver a entrar.
Sé que estás luchando señor Presidente
Pero no te fíes, es mala la gente;
Yo estoy esperando… no importa si llegan
Que ya la gangrena me está aniquilando,
Pero allá a lo lejos hay otros llorando.
Ya se oye el zumbido de las avionetas
Parece que vienen también camionetas;
Que Dios te de ojos y brazos y manos
Para que la ayuda llegue a mis paisanos.
Y que en cada uno de los ciudadanos
De ésta herida patria de mi corazón,
Encuentres aliados hombres de coraje
Que con la justicia venzan el pillaje
Que hagan de esta tierra que ahora es dolor
Una Guatemala triunfante y mejor.
Amanda Estrada
Guatemala, 8 de febrero de 1976
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