CANDELARIA CAAL

CANDELARIA CAAL

No sé tu idioma Candelaria Caal
más en el lenguaje del dolor
las lágrimas dicen la verdad.

Todavía clareando te apuraste
aunque fuera con el chirís a tuto,
más corriendo que andando caminaste
para llegar al punto con e grupo.

No sé por qué razón el viento olía
con un extraño aroma de Noviembre;
la montaña quizás ya presentía
la trampa que hermano a hermano tiende.

Fieros los gestos, seria la mirada,
inquietud de cantil el espinazo
con aletear de pájaros jadeaban,
sin tregua caminaban paso a paso.

Al pueblo que otros días tan contento
bajaron los kekchís hasta la cancha
hoy se encontraba estático durmiendo
y surgió repentina la avalancha.

El lenguaje vital de los hermanos
que conocemos con el nombre de amor,
no dialogó en un estrechar de manos
y se produjo el duelo y el dolor.

Valor, fiereza y corvos en la mano
al temblor del galil fueron cayendo,
que cual rugidos de coraje humano
profanaron Panzós con el estruendo.

Tañeron las campanas voz de duelo,
cual sorprendidas e indefensas aves,
al bosque los kekchís alzan el vuelo;
para internarse y mitigar sus males.

Candelaria sin vida se desploma,
con su anhelo de madre al hijo estrecha,
trata de protegerlo como alondra
que el nido cuida si el peligro asecha.

Se desliza en su esfuerzo moribundo
buscando a Dios en el recinto sacro
y tratando de unirse al rey del Mundo,
expira como flor blanca en el atrio.

Tierno pedazo de ser, el hijo
no logran separarlo de la madre,
cual humeante copal de sacrificio
mamando sin beber, muere de hambre.

Dios eres el más grande de los grandes,
que coordinas todo el universo
mira cuántos caal, poc, chuc, hoy claman
que florezca la paz de sus esfuerzos.